Lo sucedido hoy por las calles de San Sebastián de los Reyes (Madrid) tardará tiempo en olvidarse. ¿Cuánto tiempo sin ver un encierro ‘a la antigua’? Con toros apretando y derrotando, con alguno suelto, con la dificultad añadida de la lluvia… hoy los corredores pueden irse con la cabeza alta a casa. Con la satisfacción de haber superado un gran reto. Un enorme desafío. Un encierro lleno de peligro y emoción. Los toros de Polo Sáiz salieron del corral de suelta hermanados junto a los bueyes, aunque pronto dos de ellos se adelantarían junto a otro cabestro. En esos primeros metros, antes de llegar a la curva con la calle Postas, un astado apretó a los corredores, realizando derrotes y llegando a enganchar del pantalón -sin consecuencias- a un joven despistado. A buen ritmo, y pocos metros por detrás, llegaron a la curva el resto de los animales. Uno de ellos se chocó contra el vallado, resbalando y quedando completamente descolgado del resto de la manada. De hecho, completó todo el recorrido en solitario, suelto, amagando con embestir a algunos corredores, y generando momentos de mucha tensión. No obstante, antes de la calle Real, uno de los toros tomó la delantera y también estuvo a punto de coger a varios corredores, debido a la gran velocidad con la que corrió en el tramo de Postas y a las miradas que echó a ambos lados de la calle. En Real, la manada se estiró y se abrieron huecos entre los animales, permitiendo disfrutar a los corredores de largas, templadas y lucidas carreras. Todo ello a pesar del pavimento mojado como consecuencia de la lluvia caída pocos minutos antes del encierro. En la curva con Estafeta, varios toros chocaron contra el vallado, y el último de ellos, el rezagado, a punto estuvo de volverse en dirección contraria al recorrido. Afortunadamente, los corredores consiguieron llamar su atención y le guiaron hasta la plaza de toros, no sin antes sufrir algún susto, debido a que en la bajada al coso el toro se abrió a un lado de la calle, y a punto estuvo de llevarse por delante a varios corredores. Gran labor de todos los mozos con este último toro, así como con el resto de los animales, puesto que también en la bajada de Estafeta, éstos completaron espectaculares carreras por delante de los primeros astados de Polo Sáiz, llegando incluso algunos de ellos hasta la plaza delante de los animales. En un tiempo de 02:32 segundos se puso fin al séptimo encierro, que dejó a su paso cinco corredores heridos -de carácter leve- como consecuencia de caídas. Sin embargo, todos ellos fueron dados de alta.
