ARRIBES TAURINAS

Escribano y Roca Rey, una oreja cada uno en Bilbao; Morante se luce con el capote

Imagen: @torosenbilbao

Los diestros Manuel Escribano y Andrés Roca Rey cortaron una oreja cada uno en el quinto festejo de abono de las Corridas Generales 2023. Escribano, firme y entregado durante toda la tarde, selló la faena más destacada con el mejor toro de un desfondado y descastado encierro del Puerto de San Lorenzo. El segundo de la tarde fue un toro encastado, completo y muy interesante, a pesar de que en la última tanda de la faena amagó con rajarse. Anteriormente, resultó bravo en varas, alegre en banderillas y muy exigente en la muleta. Le costó a Escribano en algunos instantes poderle, debido a las dificultades de sus embestidas, especialmente por el pitón izquierdo; sin embargo, dejó muletazos estimables, largos y poderosos con la mano derecha. Le cortó una oreja. Frente al quinto, con el que se fue de nuevo a porta gayola, lo intentó hasta que se rajó y se vio obligado a pegarse un arrimón. Recibió una fuerte ovación tras una tarde más que meritoria y de entrega indiscutible en todos los tercios, también en banderillas.

Por su parte, Roca volvió a Bilbao con un gran tirón taquillero, y siendo ovacionado al romper el paseíllo tras su heroica tarde el pasado año en Vista Alegre. Le acompañó Escribano, y Morante se negó tras lo sucedido en el día de ayer. Posteriormente, el diestro peruano cortaría una oreja a un toro noble pero justo de fondo y falto de emoción, que hizo de tercero. Faena lineal, con muletazos largos por ambas manos y mostrándose por encima del animal en todo momento. Frente al sexto y último, otro astado que se rajó y que buscaba la salida en todo momento, tan solo pudo justificarse y mostrar su voluntad de triunfar, sin éxito. No acertó con el acero.

Abrió la tarde Morante, sin suerte un día más con su lote (abrevió con el imposible y deslucido primero), pero con un sublime toreo de capote frente al cuarto toro de la corrida. Primero por verónicas y luego en el quite por chicuelinas. Quiso hacerle faena, con una primera seria lograda y encajada con la mano derecha, pero el toro se apagó y nada pudo hacer. Fue ovacionado.

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