Si hay una población que se ha reinventado en los últimos años es la de Yátova (Valencia). Situado en la comarca de la Hoya de Buñol es una de la localidades con más festejos taurinos de la zona. Entre las peñas y comisiones que organizan, destaca por encima de todas la Peña Toro de Cuerda de Yátova. Una peña joven, que cuenta con 8 años de vida pero que tiene un único objetivo, y es poner el nombre de su pueblo en lo más alto. Una aventura que empezó con un grupo de amigos pero actualmente ya son más de 160 socios de todas las edades. Una familia fuerte y unida que les ha llevado a organizar festejos entre 3 y 4 veces al año, con una puesta en escena impecable. Contratando y buscando las ganaderías punteras, no solo autóctonas sino también del panorama nacional. Destacando la de Bergarako Zezenak en la feria de toros en cuerda del año 2022. Llegaba enero de 2023 y tras organizar festejos en enero y mayo, tocaba el turno de las fiestas de julio. Esta vez pensaron en contratar por primera vez la ganadería castellonense de Miguel Parejo.
Eran las 8 de la mañana del 22 de julio, sonaba el cohete, y salía por la puerta del cajón “Volador”, un colorado bien presentado de cara, que adelantó a todos los sogueros en la salida a un ritmo mediano. Los allí asistentes, ya conocedores de este astado sabían que esto no se quedaría así; y no se equivocaban, el toro en cada carrera que salía de las paradas aumentaba su ritmo, viniéndose arriba cada vez más, buscando a los mozos, creando momentos tensos y adelantando a la cuerda varias veces. Pocos toros hay como este, y fácilmente podría ser el triunfador de esta temporada, ya que es casi imposible ver toros que se crezcan a lo largo de un festejo. A las 9;00 se abría la puerta para el segundo de la mañana. Un toro cárdeno, corniapretado y de fisiología mas pequeña, encaraba la calle con alguna incertidumbre sobre su comportamiento. Así pues, solo hizo falta 10 minutos para saber que también iba a ser un gran toro. Se notaba su inexperiencia en la cuerda al ser su primera vez, pero supo adaptarse perfectamente a ésta y realizando carreras con mucha emoción por el casco antiguo. Sin duda, el manejo de este fue impecable gracias a los mozos de yatova y a la colaboración de los vecinos de la Associacio Bou en Corda Picassent. Dos peñas que quisieron hermanarse aun más si cabe con este gesto de amistad y afición. Quedan muchas carreras, muchos toros, más de medio año; pero el lo que es seguro, es que “Volador” y la ganadería de Miguel Parejo de Cabanes, está poniendo el listón muy alto.
* Información vía: Federación Valenciana Toro de Cuerda