La localidad de Yuncos (Toledo) congregó esta mañana a miles de aficionados que acudieron al conocido municipio para disfrutar de la suelta de tres toros de cajón con motivo de la festividad de Navidad. A pesar de la polémica e incomprensible decisión de la Junta de Comunidades de Castilla La-Mancha que denegó los permisos para celebrar la suelta de un toro enmaromado en esta misma localidad, la Asociación “Toro Enmaromado Yuncos” y el Ayuntamiento decidieron responder con firmeza: no se soltó un toro enmaromado, pero se soltaron tres ejemplares desde el cajón. Una vez más, admirable y ejemplar el trabajo y la afición del pueblo de Yuncos en apoyo a la tauromaquia, al festejo popular y a las tradiciones que sostienen la cultura de nuestros pueblos.
La mañana resultó entretenida y también algo accidentada. Hasta cuatro sustos hubo que lamentar durante el encierro; sin embargo, tal y como ha podido confirmar Arribes Taurinas a través de fuentes cercanas a la organización, “en principio, ninguno reviste gravedad“. Tres de los sustos se produjeron durante la suelta del primer ejemplar de la mañana, “Colores”, de Rocío Moreno (nº13). El primero de ellos sufrió un varetazo en la pierna en la zona próxima a las talanqueras durante la veloz salida del toro desde el cajón. Posteriormente, dos jóvenes perdieron la estabilidad justo en la cara del toro, cayendo al suelo y quedando a merced del animal, que los volteó hasta que, afortunadamente, los directores de lidia evitaron un percance mayor con sus capotes. Este fue el ejemplar más deslucido de la mañana, viniéndose a menos, resultando reservón y teniendo muy poco recorrido. Aún así, se vio algún detalle suelto durante su suelta.
Los otros dos toros, también de la ganadería de Rocío Moreno, ofrecieron mejor juego en líneas generales. Aunque también terminaron viniéndose a menos -previsiblemente por el desgaste del asfalto-, se movieron más que el primer astado, tuvieron más nobleza y permitieron disfrutar más a los quebradores y rodaores -incluso se vio un tirabuzón- allí presentes. El segundo de los toros cogió a un joven al tropezar y caer a su merced. Los directores de lidia actuaron rápidamente y le quitaron el toro de encima al herido. También se animaron con los tres astados un grupo de maletillas, sin demasiado lucimiento pero ganándose el respeto de los aficionados. Asimismo, cabe destacar que los tres toros fueron enchiquerados con ayuda de la maroma, debido a las complicaciones que ofrecieron los animales para ser guiados hasta los chiqueros.