La vuelta del toro enmaromado a las calles de Yuncos (Toledo) se ha saldado, al menos, con un herido de gravedad tras una impactante cogida en los alrededores de la plaza de toros. «Bilbanoso», de Antonio Ordóñez, salió con fuerza del cajón, barriendo las tablas y abandonó con buen tranco la plaza, abriéndose hacia un pequeño descampado situado justo al finalizar el vallado. En ese instante, y con gran fuerza, el de Antonio Ordóñez alcanzó a un hombre y lo volteó de manera muy fea, quedando aparentemente inconsciente en el suelo. Rápidamente fue atendido por el personal sanitario, y se desconoce el alcance de la cogida en estos momentos. Justo después de provocar este percance, el astado estuvo a punto de coger también a varias personas situadas cerca del vallado. Tras verse alguna caída como consecuencia de la tensión y el descontrol generado por el percance, «Bilbanoso» prosiguió su camino por las calles de Yuncos.
Una carrera que fue veloz, sin apenas paradas y, eso sí, con numerosos momentos de tensión. El ejemplar, de gran seriedad y trapío, sacó fondo y resultó exigente, sin permitir distracciones ni toques bruscos. Interesante y bueno el de Ordóñez, aplaudido en varias ocasiones por los corredores y maromeros, completó el recorrido en tan solo media hora. Tan solo se apreció cierto cansancio al toro a su llegada a la plaza, en los últimos metros del recorrido. Sin embargo, la rapidez del mismo por las calles hizo que muchos corredores se mostraron agotados y sorprendidos por el fondo del animal. Pasadas las nueve de la noche, y tras atreverse «El Peque» a dejar un recorte con el toro ya sin maroma en la plaza, el de Antonio Ordóñez fue enchiquerado entre aplausos.
* Pronto ampliaremos la información del encierro.