Abierto el telón del 2022, las miradas y los rumores comienzan a girar en torno a una fecha clave del calendario taurino: el Domingo de Resurrección en Sevilla. Se habla de posibles toreros, de ganaderías… Pero muy poco del deseo de la afición sevillana. Allí son mucho de corazón, más que de cabeza. Y aunque no olvidan algunos de los triunfos más sonados y rotundos de la pasada temporada en el coso del Baratillo, lo cierto es que mucho menos olvidan a quienes más ilusionan a orillas del Guadalquivir. Ya sabrán por dónde van los tiros, ¿verdad? Si hay una terna, si hay tres toreros, que vuelven loca a la afición de Sevilla, son ellos. La máxima expresión de la sevillanía actual: José Antonio Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado. Morante puso boca abajo La Maestranza en San Miguel y mereció cortar un rabo tras una faena histórica; Juan Ortega hizo soñar con su capote a sus fieles y seguidores; y Pablo Aguado, cuyo regreso a Sevilla se espera como agua de mayo, después de que una lesión de rodilla le obligara a cortar la temporada y su paso por Sevilla en 2021.
Luego hay otros nombres que, por méritos propios, merecerían estar en el día más importante de la temporada sevillana: Emilio de Justo y Diego Urdiales. Sin duda, cortar dos orejas en La Maestranza y quedarse a las puertas de salir por la Puerta del Príncipe son argumentos más que suficientes para incluirles en Resurrección. También Escribano cortó dos orejas a la de Miura, pero como decía, en Sevilla se guían por el corazón y la terna que allí esperan por Resurrección, está más que clara. Y a quien sueña con ver por allí a Alejandro Talavante… que despierte del sueño. Parece ser que sigue en su camino de “imitar” a José Tomás y la televisión ya es su principal enemiga. Así estamos.