El Gobierno de Pedro Sánchez no es un gobierno más. Es un régimen que busca dar voz exclusivamente a adeptos y fanáticos. Es un régimen que busca rodearse y sustentarse en personas sin valores ni sentido crítico. Hooligans que lo aplaudan todo y no critiquen nada. Ciudadanos que renuncien a su libertad y a la del pueblo para sostener al líder y a sus 23 secuaces que ejercen de ministros. Este Gobierno es enemigo de la libertad y amante de la censura. Una censura que ejerce desde el primer día de la legislatura con furor y saña contra la tauromaquia. Contra los toros. Pero sobre todo, contra la libertad de quienes no piensan como ellos y se han negado a ser simples sumisos de un Gobierno que, cada vez más, adquiere tintes totalitarios y poco democráticos. La libertad es la que está en juego y no es una falacia. La tauromaquia es la punta del iceberg, lo más visible y polémico, pero lo menos grave de un pensamiento que quiere arrasar con todo. Con todo lo que se salga o contradiga sus imposiciones.
En un nuevo capítulo de “Pedro Sánchez, El Salvador”, el Gobierno ha anunciado bonos culturales de 400€ para que los jóvenes que cumplan 18 años inviertan y consuman cultura. Pero no cualquier tipo de cultura. La cultura del Gobierno. Lo que ellos quieran que consumas. Así lo ha reconocido el propio Ministerio, asegurando que “hay que delimitar ahora, el catálogo de servicios y productos culturales que puedan ser financiados a través del bono”. Vamos, que de cultura nada, más bien censura. Y por eso atacan a la tauromaquia. La censuran y la dejan fuera violando la ley y la Constitución. Por ello, no hay que esperar un minuto más. A quien se salta la ley, a sabiendas de que no debe ni puede hacerlo, hay que llevarlo ante la justicia. Menos comprar votos con bonos, y más libertad para todos los españoles. Porque los aficionados a los toros no quieren bonos para ir a los toros, pero tampoco aceptan ser discriminados ni censurados. Los aficionados a los toros quieren libertad para ir a los toros sin que les señalen. Sin que les acosen. Sin que les insulten. Sintiéndose en todo momento protegidos por las autoridades y por la Administración.
Señor Iceta, señor Sánchez, señora Yolanda Díaz. Si no saben gobernar para todos, váyanse. Lo agradeceremos.