Bajo un fuerte viento se rompió el paseíllo en la novillada maestrante. Manolo Vazquez abrió un cartel de novilleros jóvenes pero con un futuro esperanzador. ¡Qué dinastía la de los Vázquez! El primero de El Parralejo salió con la divisa negra en señal de luto por el gran Pepe Moya, a buen seguro en la barrera de los cielos viendo hoy a sus pupilos. Manolo tiene un aire muy torero, y con esa torería generacional se sacó al novillo a los medios andándole y gustándose. Asentado le pegó un derechazo que resquebrajo el silencio en Sevilla. El de El Parralejo tuvo mucha clase y calidad, especialmente por el pitón izquierdo. Pero fue algo tardo en las primeras tandas y el viento molestó de principio a fin. Hubo también un natural soberbio, y un pase de pecho con mucha personalidad. Los trincherazos respiraron sevillanía y las buenas formas de su toreo despertaron ilusión. Más allá, faltó la rotundidad que impidió el viento y mereció el novillo, que fue ovacionado. A pesar de la evidente falta de rodaje, dejó detalles para reseñar y destacar. Pinchó al primer intento y dejó una media estocada (ovación con saludos tras aviso). Manso y geniudo resultó el segundo de la tarde que no le puso las cosas fáciles a González-Écija. El viento y la falta de rodaje provocó que la faena estuviera llena de altibajos, con algunos muletazos meritorios con la mano derecha. Le puso empeño y ganas el novillero que, sin embargo, también falló con los aceros. Anteriormente había sufrido un susto sin consecuencias (ovación con saludos tras aviso).
La poca fuerza que tuvo el tercer novillo no impidió a Manuel Perera echarse de rodillas para iniciar la faena. Por ganas no será. Pero faltaba más fondo y motor a su oponente para redondear aquello. Acortó distancias Perera y dejó un puñado de naturales muy templados. Le volteó el novillo, que acortó de manera importante su recorrido, y eso hizo que el público se metiera de lleno en la faena. Arrimón con algún importante derechazo y mucho valor. Sonó la música cuando el novillero ya había ido a por la espada y el enfado de la afición fue monumental. Vaya feria, la de la banda. Media estocada (oreja). Gustó ver a Manolo Vázquez y González-Écija rivalizar en un duelo de quites que terminó por llevarse Manolo por verónicas y templados delantales. Lo probó con suavidad en la primera tanda hasta sacárselo a los medios. En la segunda, lo ligó y lo toreó a placer con mucha naturalidad. Sin descomponer la figura. Con un trincherazo de cierre que despertó los olés. Noble pero tardo el de El Parralejo, al que Manolo fue extrayendo naturales de uno en uno. Terminó por romper hacia arriba la faena tras una extraordinaria tanda de naturales. Sin enganchones. Sin toques bruscos. Vaciándose y vaciando las embestidas tras la cintura. Largos y templados. Buen gusto tuvo también con la mano derecha, aprovechando la nobleza y calidad del de El Parralejo. Otro novillo con opciones. Perdió la oreja por el fallo con la espada. Pero qué futuro tiene, anoten su nombre (ovación con saludos tras aviso).
Momentos de peligro y tensión se vivieron cuando el novillo derribó al caballo y a punto estuvo de herirlo. No perdonó el quite Manuel Perera por saltilleras pero no obtuvo respuesta de González-Écija. A más el de El Parralejo que embistió con chispa y alegría en la muleta. Mejor con este novillo estuvo el novillero, que sacó una versión más firme y capaz para imponerse en la faena. Los mejores momentos llegaron con la mano derecha, el pitón de mayores opciones del animal. Al natural le costó más acoplarse y el novillo tuvo menor recorrido por ese pitón. Buen final intercalando ayudados por alto y por bajo. No acertó con los aceros (ovación con saludos). A porta gayola se fue Manuel Perera para recibir al sexto y último de la tarde. Resolutivo y variado estuvo el joven novillero con el capote, despertando una fuerte ovación y calentando el ambiente. Gran tarde de Javier Perea con los palos. Brindó al maestro Ojeda y se echó de rodillas más allá de la segunda raya. Sin embargo, el novillo no se tragó el cite y se lo llevó por delante. Rápidamente se levantó y volvió de rodillas para completar una primera tanda jaleada por el público. Con un peligro sordo y un punto más de sosería que el anterior ejemplar, la faena fue transcurriendo con altibajos y tandas sin excesivo lucimiento. Acortó distancias y el novillo se vino abajo. Arrimón y manoletinas para cerrar la faena. Estocada (oreja).
Plaza de toros Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Tercera de abono de la Feria de San Miguel. Media de entrada dentro del aforo limitado. Novillos de El Parralejo, con opciones y nobleza en su conjunto. Manolo Vázquez: ovación con saludos tras aviso en ambos; González-Écija: ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos; Manuel Perera: oreja y oreja.
* Saludaron los banderilleros Felipe Provenza, Felipe Peña, Álvaro Núñez y Antonio Vázquez.