ARRIBES TAURINAS

El templado debut de Manuel Martínez bajo el silencio de La Malagueta


  • Crónica vía: DAVID BUSTOS

Volaban los capotes sobre el albero silencioso y solitario de La Malagueta. Los tendidos estaban de luto, vacíos y fríos. En soledad. El paseíllo fue una mala copia de la realidad. Sin música, sin aplausos, sin ese runrún en los tendidos. Todo por este maldito virus que tanta desgracia ha traído a nuestras vidas. El minuto de silencio fue para ellos, en recuerdo de todas y cada una de las personas fallecidas durante esta pandemia. Tras él daba comienzo el IX Certamen Doctor Juan Pedro de Luna.

El primer eral de Casa de los Toreros amagó con rajarse desde el capote. No terminaba de centrarse y así llegó a la muleta. Aquerenciado y ofreciendo complicaciones al espada Julio Alguiar. La brusquedad que tuvo el animal en ese inicio de faena por el pitón derecho obligó a Alguiar a cambiar de pitón. Por el izquierdo el de Casa de los Toreros embistió mejorcon más noblezay permitió torear más templado al alumno de la Escuela Taurina de Málaga. Sin embargo, el joven novillero no terminó de acoplarse a él toreando al natural. Ya en el final de faena, de nuevo por el pitón derecho, el novillo embistió mejor. La estocada, casi entera pero algo delantera y perpendicular, le sirvió a Alguiar para acabar con el primer animal de la tarde.

Cayetano López, segundo espada del cartel, fue fuertemente volteado por el eral de Casa de los Toreros. No pudo Cayetano continuar con la lidia de su ejemplar y fue el matador Fernando Rey quien inició el tercio de muleta en su lugar. Lúcido y muy firme estuvo el torero en esas primeras tandas con un novillo exigente pero con mucha clase y humillación. Doblándose con él y posteriormente al natural, Fernando Rey hizo que el animal se templara más. Sin embargo, por la buena condición del novillo, el torero decidió darle a Alguiar la oportunidad de volverse a poner delante del animal. Le costó coger el sitio por la exigencia del novillo, bravo y con mucha calidad, y tan sólo dejó detalles sueltos durante la faena. Un final de faena por molinetes y media estocada pusieron fin a la lidia del segundo novillo del festejo.

El tercero, un añojo de Casa de los Toreros, dejó claro desde su salida que no iba a ser como el anterior ejemplar. Menos profundidad, menos trasmisión, más brusquedad… Exigía dar los muletazos de uno en uno para evitar los enganchones, y así lo entendió también el joven espada Manuel Martínez, que tras un inicio deslucido y falto de limpieza, intentó acoplarse al animal. Un intento sin mucho éxito en la primera mitad de la faena, ya que el eral no lo puso nada fácil por la falta de recorrido. De hecho, Manuel resultó cogido sin consecuencias en los primeros compases de la lidia. La faena fue de menos a más, destacando la templanza del novillero y sus buenas formas en la tarde de su debut, a pesar del escaso rodaje del mismo. La espada no cayó en buen sitio –muy trasera– en el primer intento; sin embargo, al segundo le dejó la espada en mejor sitio. Tuvo que hacer uso del descabello.

Fernando Rey fue el encargado de cerrar la tarde frente a otro ejemplar de Casa de los Toreros, que se movió y tuvo cierta nobleza, pero que tuvo el defecto de protestar y puntear en la muleta. A pesar de que no hubo una rotundidad en la faena, Fernando dejó muletazos muy templados en su actuación. Una vez finalizado el arrastre del último novillo, las cuadrillas abandonaron de nuevo en silencio La Malagueta. Las banderas lucían a media asta y el silencio quedó allí encerrado. 

  • Imagen de la retransmisión en directo, vía: 101TV

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