¿Por qué no apostamos por el futuro de la fiesta? ¿Por qué nos empeñamos en ponernos trabas a nosotros mismos? Esas preguntas son las que inundan mi cabeza cuando veo la composición de algunas de las “grandes” ferias, en las cuales, no son capaces ni de celebrar u organizar tan sólo una novillada. Sí, una novillada, para que esos chavales que están dando sus primeros pasos en este mundo, puedan tener una oportunidad de reivindicarse. Pues no. Nos empeñamos, o mejor dicho, el sistema se empeña, en dificultar su futuro. Su futuro y el de todos. El de la fiesta. La de todos. Como todos sabemos, la situación económica de muchas de las empresas en activo, actualmente, puede que no sea la mejor, en eso estamos de acuerdo. Pero al igual que es necesario traer a las “máximas figuras” del escalafón para atraer público a las plazas; Oigan, vamos a ayudar a los más jóvenes. Vamos a darles una oportunidad, en beneficio de ellos y en el de todos. La situación de la fiesta, hoy en día, requiere y exige la unión del sector.
Pues bien, actitudes o decisiones como la relatada anteriormente, tan sólo provoca el descontento y desilusión de parte de la afición. Tomemos ejemplo de otros lugares o ferias, quizá no tan “importantes”, pero que apuestan por el futuro y por la tan necesaria, diversidad de encastes. La fiesta lo necesita. Unámonos y defendamos nuestra pasión.
* Artículo vía: #DavidBustos.