La localidad de Muduex (Guadalajara) celebró esta tarde otro encierro, en este caso urbano, con motivo de la festividad en honor a su patrón San Diego de Alcalá. Un toro de la ganadería de Arriazu fue el primer protagonista, generando tensión antes de su salida hacia las calles. El astado, serio y fuerte, ofreció mejor juego aunque fue a menos en el tramo final. El de Arriazu ofreció movilidad, impuso respeto -siempre atento a todo- y protagonizó varios momentos de tensión, poniendo en apuros a los aficionados subidos a los remolques y talanqueras. De hecho, llegó a golpear en una pierna a un hombre subido al vallado. Ya en el tramo final, resultó más reservón aún. Fue enchiquerado con ayuda de los bueyes.
Se demoró durante largos minutos la salida del siguiente astado, también de Arriazu. El animal, con cierta querencia hacia los corrales, no ofreció mal juego. Se movió, tuvo cierta nobleza y se vieron con él algunos detalles a cuerpo limpio, especialmente quiebros (y al menos un salto). Finalmente, se soltó también otro ejemplar -presuntamente el protagonista del encierro matinal- que tampoco logró que la tarde rompiera. Se vivió algún susto, aparentemente sin tener que lamentar heridos.