No es ninguna novedad que en España existe una notable desafección política. La brecha entre los políticos y gobernantes, y los ciudadanos, cada vez es mayor. Pero lo que está sucediendo en estos momentos en España, sumergidos en una tragedia sin precedentes, ha acabado de confirmar una ruptura total entre el pueblo español y la clase política. La visita a Paiporta (Valencia) de los Reyes, junto con el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha sido la escenificación de ello. El lanzamiento de barro, de piedras, de palos, los insultos… y la ira de la gente, que sigue conviviendo en calles anehagadas por el fango y el barro, con cadáveres todavía por encontrar, sin luz ni comida, con la amenaza de que se despierte una crisis sanitaria… cinco días después del comienzo de la tragedia, ha supuesto un antes y un después. Y la imagen del Rey Felipe VI y la Reina Letizia, dando la cara ante la multitud y la indignación del pueblo español, ya es historia de nuestro país. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, un individuo insensible y cruel que aseguró ayer -cuatro días después del inicio de la tragedia- que “si necesitan ayuda, que la pidan”, huyó sin dar la cara. Y no, que no os engañen. La ira de la gente fue contra el presidente del Gobierno, y el presidente Carlos Mazón, otro representante político que deberá asumir su responsabilidad por la mala gestión de esta terrible tragedia. Ni el Gobierno valenciano, ni el Gobierno Español que debió tomar la iniciativa desde el principio, con los medios y las posibilidades que la Constitución y las leyes le otorgan, han estado a la altura. Uno sobrepasado por la situación y con una gestión nefasta de la DANA, y el otro por mantener una actitud cruel, indiferente, insensible… y solo motivada por cálculos políticos y electorales.

Basta ya. Basta ya de que nuestros gobernantes vivan en una realidad paralela a la de la gente a la que gobiernan, y a la que supuestamente representan. Basta ya de que nos gobierne un presidente sin escrúpulos, sin sensibilidad y obsesionado con permanecer en el poder a cualquier precio y a toda costa. Basta ya de que en España, pase lo que pase, nuestros gobernantes no asuman su responsabilidad. Ser político, diputado o presidente, de España o de una Comunidad Autónoma, no da vía libre para gobernar a las espaldas de la gente. Porque si algo está demostrando la dramática situación que atraviesa España en estos momentos, es que nuestros políticos no gobiernan para la gente. Y el pueblo español ha retratado con su solidaridad y fortaleza su incompetencia y su incapacidad para dar respuesta y soluciones a problemas, por muy difíciles que sean.

El pueblo español ha demostrado que su grandeza, solidaridad y unión no la va empañar una clase política a la deriva. Pero la realidad es que esta situación, tan tremendamente complicada y difícil, necesita el apoyo de todos los medios del Estado. 500 militares no son suficientes, ni 1.000, ni tampoco 5.000. Valencia necesita el apoyo de todos los medios posibles y disponibles. Que son muchos. Porque el Estado no es lo que ha fallado. Lo que ha fallado son los gobiernos. El de la Comunidad Valenciana y el de la Nación. Cinco días después, probablemente hay cientos de personas fallecidas todavía bajo el fango, ahogadas en garajes o parkings, o incluso en sus propias casas. Y familias destrozadas sin conocer el paradero de todos aquellos seres queridos que desgraciadamente han perdido la vida en esta horrible DANA. Si nuestros políticos tuvieran un poco de sensibilidad y empatía, la respuesta hubiera sido otra. Y si la tienen, y no han sabido reaccionar, que asuman sus responsabilidades. España no se merece esto.