La corrida de toros de Victoriano del Río tuvo más opciones e interés que lo que reflejó el resultado final del festejo en la plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Tan solo Tomás Rufo logró cortar una generosa oreja al tercero, de gran calidad y humillación, pero de poca fuerza. Frente al sexto no tuvo opción con un toro falto de entrega y raza. El lote de Manzanares tuvo buena condición, y no fueron aprovechados. Saludó una ovación frente al segundo. Castella, sin opción con el primero, tampoco terminó de entender al cuarto y completó una faena de más a menos. La plaza volvió a registrar un lleno en los tendidos.
El primer toro fue un astado anovillado e impresentable para Madrid. Fue protestado durante toda su lidia, incluido en el último tercio, donde además mostró poca raza y brusquedad en sus embestidas. Faena sin limpieza de Castella, que alargó entre protestas y tandas sin lucimiento. Falló con los aceros. Silencio.
El cuarto fue otro ejemplar que tuvo interés y nobleza. El de Victoriano cumplió en dos puyazos bien ejecutados, y llegó al último tercio con cierta expectación. Brindó al público Castella, que inició la faena en el tercio apostando por la quietud, varios cambiados por la espalda y un par de remates que metieron al público en la faena. Siguió apuntando hacia arriba la faena en los primeros compases con la mano derecha, con el toro regalando buenas y templadas embestidas. No tuvo mala condición tampoco por el izquierdo, pero la faena fue yendo a menos. No acertó Castella alargando en exceso la faena, con un toro al que le faltó más empuje en el tramo final. Estocada entera pero tendida. Ovación con saludos tras aviso.
El segundo tampoco tuvo trapío para Madrid, pero sí ofreció mayores opciones de lucimiento y tuvo buena condición en el último tercio. Le costó más al de Victoriano en los finales de las tandas, pero regaló embestidas humilladas y con calidad. Faena con altibajos de Manzanares, que dejó algunos muletazos sueltos con la mano derecha pero no terminó de acoplarse. Faltó rotundidad con la mano izquierda. Media estocada recibiendo. Ovación con saludos.
El quinto de Victoriano cumplió en su paso por el caballo, y en el último tercio mostró buena condición por el pitón izquierdo. Tuvo nobleza y calidad, y no lo aprovechó Manzanares, que basó su faena en la mano derecha. Por ese pitón el toro se entregó menos, y la faena careció de acople y emoción. Falló con la espada. Silencio.
El tercero tuvo mucha nobleza y clase, pero le faltó más fuerza y eso hizo que perdiera en repetidas ocasiones las manos. Tras un buen tercio de banderillas, Tomás Rufo brindó al público y se echó de rodillas en el tercio. Tragó mucho en ese inicio, para posteriormente continuar toreando con la mano derecha. Firme y asentado Rufo, que hiló muletazos profundos deslucidos por las continúas pérdidas de manos del animal. En un cambio de mano fue volteado por el de Victoriano, y quedó visiblemente mermado. Se repuso y cerró con un final de valor y con el público a su favor. Media estocada. Oreja.
No tuvo opción Tomás Rufo con el cierraplaza, que no se empleó en el caballo y tampoco se entregó en la muleta. Le faltó raza, fondo y casta el de Victoriano, y Rufo abrevio tras un inicio por estatuarios que tampoco tuvo excesivo lucimiento. Falló con los aceros. Silencio.