La feria de San Isidro 2023 se inauguró con una corrida de La Quinta desigual en presencia y decepcionante en su comportamiento. El encierro de ‘santacoloma’ cumplió en el primer tercio, pero luego careció de casta y poder en la muleta. No cumplió con las altas expectativas que había puestas sobre una corrida que caerá en el olvido, por la ausencia de triunfos, el ambiente crispado y un Roca Rey totalmente ausente en su primera comparecencia en el ciclo isidril. Tan solo un puñado de naturales muy templados de Alarcón con el toro de su alternativa, un par de tandas muy largas y profundas de El Juli con la mano derecha frente al segundo toro de la tarde, y un gran José Chacón -con la brega y los palos- despertaron del tedio a unos tendidos completamente abarrotados. Hasta la bandera.
Por su parte, el ‘huracán’ Roca Rey se diluyó rápidamente en una tarde apática en la que el torero peruano se mostró acelerado, sin apostar por sus toros y yéndose de vacío en una de las peores tardes que se le recuerdan en Madrid en muchos años. No fue su día y eso que el tercer toro, el primero de su lote, tuvo mucha movilidad, prontitud, codicia y duración. Tuvo buen fondo y opciones más que suficientes -a pesar de que le faltó mayor humillación- para haber triunfado con él, sometiéndolo con mando y poder por abajo. Roca no logró entenderlo, ni acoplarse a él. La espada tampoco le funcionó.