Seis toros de la ganadería de José Vázquez fueron los protagonistas del segundo encierro de las fiestas en Valdemorillo (Madrid). Un encierro que, a priori, concluyó con menos caídas y sustos que el del día anterior, pero que tuvo un final frenético, con la manada completamente estirada y un toro que tomó la delantera en la bajada final. El gran ritmo de los animales en ese tramo puso en apuros a los corredores, e incluso un buey se llevó por delante a un joven, que terminó cayendo al suelo. En la entrada a la plaza de toros no hubo que lamentar ningún susto ni percance. Posteriormente, tres toros de capea completaron en carreras individuales el recorrido del encierro, desde los corrales de suelta hasta la propia plaza. Dos de ellos llegaron al coso por delante de los bueyes, permitiendo un mayor lucimiento de los corredores; el último de los astados de capea completó el recorrido más hermanado y arropado por los cabestros.
En la capea, los dos primeros toros ofrecieron buen juego, teniendo movilidad y nobleza. El primero de ellos, tuvo mayor transmisión y, aunque en el tramo final se vino a menos, permitió disfrutar a recortadores y quebradores. En la muleta mostró peor condición. El segundo siguió esa misma línea pero fue más complicado acoplarse a él. A pesar de ello, no fue mal toro y tuvo su interés, a diferencia del tercer y último ejemplar, que fue el más deslucido e incierto. Durante la capea, que se celebró después de un multitudinario encierro infantil con bueyes, hubo que lamentar una cogida a un joven que cayó al suelo a pocos metros del toro, que le volteó en repetidas ocasiones. Pasó a la enfermería pero a los pocos minutos volvió a salir, y aparentemente todo quedó en golpes y varetazos. Mañana, lunes, se celebrará el tercer y último encierro de las fiestas de San Blas y La Candelaria 2023 en el municipio de Valdemorillo.
VÍDEO / Un joven se salva milagrosamente de una cornada en la entrada a la plaza de Valdemorillo