0 0
Read Time:1 Minute, 2 Second


Desde el inicio de la pandemia todos vimos casi imposible la celebración de encierros por las calles: muy difícil mantener la distancia de seguridad, correr con mascarilla, controlar a la gente en el vallado… Hasta ahí, todo perfecto. Vale, lo aceptamos. Eso sí, con la decepción de ver cómo -casi- nadie proponía nada, aunque luego no saliera adelante. Pasan los meses, termina el verano y… ni un sólo encierro en toda España y ya inmersos por si fuera poco, en una segunda ola de coronavirus. Hasta aquí, todo perfecto. Vale, lo aceptamos. Eso sí, con la decepción de ver cómo -casi- ningún político intenta atajar el problema antes de volver a tiempos pasados. Acuérdense de marzo, abril… Pasan los días, las semanas y… ¡hostia! El Tour de Francia, con un gran masa de espectadores y público rodeando las carreteras, gente gritando a los ciclistas sin mascarilla a escasos metros de ellos, todas las personas juntas sin distancia alguna… ¡Pero los malos somos los taurinos! ¡Qué malos somos! Y no es que seamos malos, es que de buenos somos tontos. El Tour de Francia –y tantas otras cosas que vemos cada día– sí, pero encierros no. Así son las cosas. 


 

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *